Así, de la nada, de repente.
Cerré los ojos, y sentí que me faltaba algo. Y de repente, me di cuenta de que te extrañaba.
Vi un beso, reflejado en mi pantalla 14 pulgadas. Y de repente, me di cuenta de que te necesitaba.
Imaginé tu cara, y mil cosquillas recorrieron mi panza. Y de repente, me di cuenta de que te quería.
Y así, de la nada, de repente, como si fuese de un día para el otro, entendí que no podía ser feliz de nuevo sin volver a ver esa sonrisa en tus labios...
Y ahí me puse a pensar...
¿Cómo pude pensar que tu partida no me iba a doler tanto cuando sólo pensar en vos me recuerda cuanto te extraño, te necesito y te quiero?