31.10.04

Un sueño un tanto real

La otra noche soñe que caminaba por las nubes, mentira, no caminaba, flotaba. Una suave brisa soplaba y me refrescaba con cada respiro. Una sensación de alegría invadía mi cuerpo y llenaba de cosquillas mi panza. Me sentía contenida y acompañada. Tenía confianza, no solo del ambiente que me rodeaba sino también de mi, y eso es mucho pedir. No existía el dolor, y el olvido ya no era necesario. Estaba lleno de flores y aromas, colores vivos y pasteles, era todo luz y color.
Y me sentí feliz, tranquila, emocionada, exaltada, y... pará pará! No no, todo esto está mal... en algo me estoy equivocando...
Ah, ya sé! Que tonta! No era un sueño, eras vos...